sábado, 21 de abril de 2012

CÓMO HACER PARA QUE LOS NIÑOS PEQUEÑOS SE VAYAN A LA CAMA

CÓMO HACER PARA QUE LOS NIÑOS PEQUEÑOS SE VAYAN A LA CAMA
El hábito de dormir
Los niños necesitan adquirir hábitos. Les sirve para su desarrollo, su salud física y mental. Uno de esos hábitos es el sueño. La mayoría de los padres ayuda a sus hijos a que esto ocurra en forma normal, pero hay distorsiones bastante frecuentes. La principal es el horario. Los adultos no deben acomodar el horario de los hijos al de ellos, sino que deben respetar el ritmo de los niños.

¿Qué hacer cuando su hijo no quiere ir a dormir?
Muchos niños son felices durante todo el día, ríen, cantan, juegan, etc., pero cuando llega la hora de dormir, se trastoca el ambiente familiar.
Entonces, estos mismos niños lloran, gritan y patean, todo con el fin de no dormir a la hora designada por sus padres sino a la hora que quieren.
Ante esta situación, los padres, usualmente, se sienten frustrados al no saber qué hacer para que sus hijos se vayan a dormir temprano.
Es importante que el niño, de acuerdo con su edad, duerma las horas suficientes, ya que, en caso contrario, son más irritables, inquietos y tienen menor capacidad de aprender y memorizar. En pocas palabras pueden volverse hiperactivos. Entonces, ¿Qué se puede hacer al respecto?
Un  problema  al  que  muchos  padres  se enfrentan es la dificultad en hacer que sus niños se vayan a la cama. Ciertos niños se resisten a acostarse, mientras que otros se van a la cama pero duran mucho en dormirse. Si estos problemas se convierten crónicos, puede ser muy frustrante para los padres. Se ha comprobado que el  programa que se ofrece a continuación ha sido efectivo para familias con estos problemas. 
1. Seleccione una hora temporal para acostarse basada en la hora a la cual su niño se duerme normalmente.  Por ejemplo, si Ud. acuesta a su niño a la 8:00 p.m.  pero  el  no  se  duerme  hasta  las  9:30 p.m., cambie la hora temporalmente a las 9:30 p.m.
2. Establezca una rutina para acostarse que tome aproximadamente 20 minutos para completarse.  Esta rutina debe incluir de cuatro a siete actividades que no son físicamente estimulantes (ej.: no juegos pesados). Estas actividades pueden incluir cosas como un bocadillo ligero, un baño, un cuento, un abrazo de buenas noches, etc. El intercambio con su niño durante estas actividades debe ser muy positivo. 
3. Empiece la rutina aproximadamente 20 minutos antes de la hora temporal de acostarse. Siga la rutina cada noche con las actividades exactamente en el mismo orden. La constancia es importante. 
4. Cuando la rutina se ha completado, acueste a su niño y deje el cuarto. Es muy importante que su niño esté despierto cuando lo acuesta. Su niño debe aprender a dormirse por si mismo.
5. Ignore el llanto o las protestas de su niño cuando Ud. lo acuesta.  Usted puede ir brevemente a su cuarto después de cinco minutos (por un minuto) a chequear a su niño. Debe alargar gradualmente el tiempo que espera antes de  ir  a  chequear  a  su  niño  cada  noche.  Por ejemplo, espere cinco minutos la primera noche, diez la segunda, y quince la tercera. El propósito de ir al cuarto del niño no es para  consolarlo  hasta  que  el  deja  de protestar o llorar. El propósito es para estar segura(o) de que el niño está bien (molesto, si, pero bien) y hacerle saber que usted no se ha olvidado de el. 
6. Si su niño o niña se sale de su cuarto, usted debe regresarlo(a) a la cama con poco contacto físico y decirle que debe permanecer en cama. Si su niño se sale repetidamente de su cuarto, considere cerrar la puerta con llave. El objetivo es ayudarlo a que aprenda a dormirse por si mismo. Cerrar la puerta es una forma de hacer cumplir esta regla y no es para castigarlo ni asustarlo. Si usted creé de verdad que su hijo está atemorizado, puede ofrecerle apoyo platicando con el a través  de  la  puerta  cerrada.  No  lo amenace ni le grite.
7. Observe el comportamiento.  Usted debe comenzar a observar un gran mejoramiento en el primer par de semanas de haber implementado el programa. 
8. Cambie la hora de acostarse. Después de observar progreso constante a la hora temporal de acostarse, lo que sigue es comenzar a cambiarla a la hora original. Empiece la hora de acostarse diez a quince minutos mas temprano hasta que llegue a la hora original. Si Ud. cambia la hora muy rápido, es probable que tenga  problemas. 
9. Es importante definir el progreso durante las primeras semanas del programa. En la mañana, elogie y premie a su niño (ej.: deje que el niño escoja entre sus dos comidas favoritas para desayunar) si  el  niño  permaneció  en  la  cama.  No sermoneé a su niño si la hora de acostarse no resultó muy buena. Concéntrese en las mejoras.
¿Cuál es la mejor hora para que se vayan a la cama?
El sueño es fundamental para el buen desarrollo de los niños. Un mal descaso repercute en su estado de ánimo volviéndoles más irritables y también en su salud, pues muchos estudios relacionan el déficit de sueño con una mayor predisposición a enfermedades y sufrir trastornos como por ejemplo la hiperactividad. La pregunta que nos hacemos todos los padres es a qué hora deben irse los niños a la cama para estar descansados al día siguiente.
Al igual que los adultos, no todos los niños necesitan dormir la misma cantidad de horas. Además de la diferenciación por edades, porque no duerme el mismo tiempo un bebé recién nacido que un niño de 5 años, cada pequeño tiene sus propias necesidades fisiológicas de sueño. Algunos se despiertan como una rosa después de dormir 8 horas mientras que otros necesitan 10 horas de sueño como mínimo.
De acuerdo a las diferentes edades de los niños se ha elaborado una guía estimativa de horas de sueño recomendadas. Así como se aconseja que los adultos duerman 8 horas diarias, cada rango de edad tiene su propia guía de horas.
De 0 a 6 meses: entre 16 y 20 horas a lo largo del día.
De 6 a 12 meses: 3 horas durante el día y 12 horas durante la noche.
De 1 a 3 años: entre 11 y 13 horas en la noche, la siesta es opcional.
De 3 a 5 años: entre 10 y 12 horas
De 6 a 9 años: alrededor de 10 horas
Como conclusión, vemos que no se recomienda que ningún niño menor de 9 años duerma menos de 10 horas. A partir de allí podemos calcular la mejor hora para que se vayan a la cama en función de a qué hora debe levantarse el niño al día siguiente.
Pauta Musical y Comerciales.
La mayoría de los niños se tienen que despertar entre las 7 y las 8 de la mañana según la cercanía a la escuela y el tiempo que tardan en preparase. En función de ello podemos restar las horas de vestirse, desayunar y trasladarse y calcular a qué hora debemos acostarlo.
Suponiendo, por ejemplo, el caso de los niños de entre 1 y 5 años que entran a la guardería o al colegio a las 9 de la mañana, si calculamos una hora de preparación y traslado, es decir que se despiertan a las 8 y debe dormir un promedio de 12 horas (los más pequeños reforzarán con una siesta), lo aconsejable es que se vayan a la cama entre las 08:00  hs y las 08:30 hs.
Hay niños que regulan ellos mismos sus tiempos de sueño. Es decir, duermen lo que necesitan y se duermen a la hora que “se caen de sueño” sin obligación de por medio. Pero no es lo mismo un niño que al día siguiente se queda en casa y si se ha dormido tarde no pasa nada, a lo sumo duerme una siesta más larga para recuperar, que uno que tiene que levantarse para ir a la guardería y tendrá un mal día si ha dormido poco.
Algunos no se levantan descansados si no les hemos acostado la noche anterior a determinada hora. Como dije al comienzo, cada niño es un mundo y es posible que con el tiempo si les acostamos todos los días a la misma hora, vayan acostumbrándose a regular sus horas de sueño de acuerdo a sus propias necesidades.
Lo más sensato es observar al niño para estimar las horas de sueño que necesita dormir cada noche. Si vemos que le cuesta levantarse por las mañanas deberemos adelantar la hora de irse a la cama, en cambio si vemos que se despierta antes de tiempo descansado, no habrá problema en que de alguna vueltita más por la noche.
Otro punto a matizar es que no es lo mismo acostarse que dormirse. Hay niños que se duermen enseguida mientras que otros dan vueltas un buen rato hasta cerrar los ojos. Tampoco es la misma situación todos los días, habrá días que estén más cansados, más estimulados o más excitados.
Por cierto, que la televisión antes de irse a la cama no ayuda en nada a facilitar que el niño se relaje para irse a dormir. Lo más aconsejable es evitar que vean la televisión en las últimas horas del día y sustituirla por un cuento en la cama.
Pauta que se debe seguir a la hora que el niño debe dormir:

Es importante que los padres hagan un ritual para ir a la cama, ya que seguir una rutina encaminada al descanso le ayudará al niño a sentirse mejor a la hora de dormir. A continuación,
te presenta un modelo de pauta que los padres pueden seguir para que el niño vaya a dormir:
  • Dar al niño una cena ligera y, por lo menos, dos horas antes de dormir
  • Darle al niño un baño tibio
  • Elegir la pijama de su preferencia
  • Leer el cuento favorito del niño
  • Ambientar el cuarto de la niña o niño de manera agradable
  • Arropar bien al niño
  • Colocar en la cama el amigo de cama favorito del niño (peluche, almohadita o sabanita)
  • Dar un beso al niño, despedirse y salir de la habitación
A continuación varias recomendaciones para que los hijos puedan ir a dormir a la hora designada por sus padres sin problemas:
Recomendaciones

1. No tener aparatos de diversión (televisión, juegos de video, computadoras, etc.) en las habitaciones de los niños.
2. Evitar que existan ruidos alrededor de las habitaciones de los niños.
3. Aumentar actividades en el día (juegos físicos o actividades extraescolares) para que el niño o niña tenga sueño a la hora de dormir.
4. Mantenerse firme en cuanto a la hora designada para dormir.
5. No castigar a un niño enviándolo a la cama. Si un niño empieza a asociar irse a la cama con pleitos o gritos, eso interferirá con el sueño. (Explicar mas)
 Una metodología para lograr el sueño

Según la especialista, la metodología propuesta por El Libro "Duérmete, niño", que incluye una serie de instrucciones precisas, se puede adaptar siempre que se cumpla un importante principio: el niño debe dormir en su propia cama, en su habitación, desde los tres meses. Los papás deben mostrarse muy seguros en enseñarle a quedarse tranquilo esperando que le llegue el sueño y no deben angustiarse. También los niños pueden tener elementos externos en los cuales apoyarse, como un osito de peluche o el chupete.


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