LAS
PESADILLAS DE LOS NIÑOS
Los Niños
vienen de la Luz de Dios, por eso le temen a la oscuridad
Miedos
Nocturnos.
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El miedo en los niños es un
sentimiento normal y que se manifiesta con frecuencia desde temprana edad.
Primero a través del lenguaje gestual y no verbal, luego a través de la palabra
y mediante determinadas conductas, los chicos expresan su temor ante distintas
situaciones que varían de acuerdo a la edad.
LOS MIEDOS SEGÚN LOS AÑOS
- Al primer año de vida el miedo suele aparecer ante ruidos o personas extrañas.
- Los chicos de 2 a 6 años en general se asustan con las tormentas, la oscuridad, los animales, las imágenes de seres fantásticos o al estar separados de los padres.
- Entre los 6 y 10 años, le suelen temer al daño físico, al ridículo, a las enfermedades o los accidentes, al fracaso escolar o a los problemas de pareja de los padres.
¿Por qué se asustan?
- El miedo por la noche es recurrente en distintas edades. Generalmente, se produce porque el recuerdo (consciente o inconsciente) de alguna situación conflictiva que a su vez se combina con el hecho de encontrarse solos y a oscuras.
- El riesgo de tener pesadillas es también un motivo de miedo, especialmente en los niños pequeños que aún no pueden diferenciar lo real de lo imaginario.
- En los más grandes, el miedo a ser atacados mientras duermen y la imposibilidad de defenderse de los peligros representa una amenaza que hace de la noche un enemigo potencial.
- Además, las vivencias personales, el tipo de contención que reciben de su entorno, la forma en que se relacionan con el mundo, un mal recuerdo, algún objeto, la cara de un muñeco ubicado frente a la cama o simplemente una mancha en la pared pueden disparar el miedo.
Durante la
niñez, casi todos los niños tienen pesadillas ocasionalmente. Por lo general
empiezan a los dos años pero son mas comunes en niños de tres a seis años de
edad. No se sabe porqué los niños tienen pesadillas, pero se creé que están
relacionadas con el estrés y la ansiedad que son parte del crecimiento en la
vida de los niños.
Las
pesadillas ocurren durante el sueño ligero. Muchos niños despiertan cuando
tienen un mal sueño. A veces también se despiertan solos con sus movimientos o
cuando platican, gritan, o lloran, lo que empeora el susto. Los niños que se
despiertan solos pueden estar muy asustados, y puede ser difícil para los
padres calmarlos. Puede ser que no se quieran volver a dormir.
Algunos
niños tienen pesadillas mas seguido que otros. Un niño puede tener pesadillas
solo pocas veces por año, y otro puede tenerlas mas seguido. En la mayoría de
los casos los padres no se deben preocupar por la frecuencia de las pesadillas.
Estas a menudo suceden en facetas, en las cuales los niños tienen una pesadilla
cada noche de la semana, y después ninguna por semanas o meses.
Qué Hacer…
A
continuación te ofreceré algunas cosas que los padres pueden hacer para calmar
a sus niños cuando tienen pesadillas.
*Trate de
prevenirlas. Los padres
deben supervisar si los niños miran programas de terror o violentos en la
televisión, especialmente cerca de la hora de irse a dormir. No es aconsejable
dejar que los niños vean películas de terror ni tengan juegos de nintendo,
donde haya mucha violencia, esto puede producir sueños agitados y pesadillas en
los niños.
*Esté
preparado. Las
pesadillas no se pueden evitar en los niños. Es una buena idea para los padres
planear para cuando ocurran. Ellos deben asegurarse de poder oír a sus hijos si
lloran durante la noche. Si los cuartos de padres e hijos están en diferentes
partes de la casa, un interfono sería de gran ayuda. Los padres deben
asegurarse de que cualquier niñera que se quede con los niños pueda consolarlos
si despiertan por una pesadilla.
*Atienda a
sus hijos. Los padres
deben atender a sus hijos lo más pronto posible. Los niños necesitan a sus
padres para consuelo y ayuda.
*Permanezca
con sus hijos. Aunque
corra el riesgo de perder el sueño, es importante que los padres se queden con
sus hijos hasta que se hayan calmado. Los padres deben quedarse con sus hijos,
si parece que ellos se lo piden, hasta que se vuelvan a dormir. Algunas veces
una actividad quieta como leer un libro ayuda a los niños a volverse a dormir.
Tranquilice
a sus hijos. Los padres
deben asegurarse de que sus hijos sepan que estarán protegidos. Deben hablarles
a sus hijos con voz calmada y confortante. Deben hacer saber a sus hijos que se
quedarán con ellos si así lo quieren. También deben decirles que está bien
volverse a dormir.
*Mantenga
la calma. Puede ser
muy desconcertante para los padres el ser despertado súbitamente por los gritos
y el llanto de sus hijos. Pero, si los padres están molestos, no importa cuán
calmados traten de actuar, sus niños lo notarán. Puede ser que ellos se agiten
más por la tensión de los padres. Los padres deben tratar de permanecer
calmados para poder ayudar a sus hijos.
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Qué
NO Hacer…
*No los
despierte. Si los
niños lloran pero están todavía dormidos cuando sus padres van a su cuarto, no
es necesario despertarlos. Solo que los niños se vean demasiado agitados, es
posible que la pesadilla pasará y los niños se volverán a dormir. Los padres
deben quedarse con sus hijos hasta que despierten o se vuelvan a dormir en paz.
*No
permita que sus hijos duerman con usted. No es buena idea que los padres se suban a la cama de sus hijos o que
permitan que sus hijos se suban a la cama de ellos después de un mal sueño.
Esto puede dar a los niños la impresión de que deben temer a sus propias camas.
Esto también se puede convertir en un hábito difícil de romper.
*No les
diga a sus hijos que las pesadillas no son reales. No es ayuda decirles a los niños que las pesadillas no son reales, o
que fue "solo un sueño." A los niños, la pesadilla parece my real y
los asustó mucho. En lugar de esto los padres pueden explicarles a sus hijos lo
que es un sueño y que toda la gente los tiene.
Las
pesadillas son una parte normal de la vida de casi todos los niños. Lo mejor
que los padres pueden hacer para ayudar a sus hijos a sobreponerse a las
pesadillas es buscar la manera de calmarlos y apoyarlos.
¿Cómo ayudarlos?
En todos los casos, la actitud de los adultos será la clave para que
puedan relajarse y aprender a dormir sin tanto miedo. Hay que evitar
desvalorizarlos o retarlos y recordar que las órdenes no quitan el miedo. En
cambio, dialogar al respecto, indagar e intentar descubrir qué le pasa al niño
es una medida apropiada y que ayudará a que, paulatinamente, aprenda a dormir
solo y tranquilo. En este sentido, el afecto y el apoyo del adulto es muy
importante para lograr el cambio.
Consejos:
1. Dormir con luz
Dejar una luz encendida se convierte en la salvación de muchos padres
que, cansados y algo desesperados, ya no saben cómo convencer al niño para que
permanezca en su cama sin temores. En realidad, dejar una luz tenue no es ni
bueno ni malo: es sólo un recurso más que puede ser efectivo mientras se está
investigando qué cosas le están pasando al niño. Lo importante es acompañarlo y
demostrarle mucho amor, ayudarlo a que pueda expresar lo que le pasa y darle
tiempo. Así, gradualmente, el niño irá ganando confianza y seguridad en sí
mismo.
2. Chequear el ambiente
Existen pequeñas acciones que podemos tener en cuenta al preparar el
cuarto de dormir. Se trata de revisar ciertos aspectos no sólo de la decoración
del ambiente sino también de la manera en que el niño se acuesta. En ocasiones,
los objetos que cuelgan de las paredes forman sombras que asustan a los niños.
En esos casos, lo mejor es retirarlas por la noche o colocarlas definitivamente
en otro lugar por un tiempo. Muchos niños se asustan cuando creen posible la
presencia de “alguien” detrás del armario, debajo de la cama o tras la cortina.
En realidad, el acto de encender la luz inmediatamente y chequear junto al niño
que todo se encuentra en orden, es una medida tranquilizadora.
3. Cuidar las emociones
El entorno emocional que se genera alrededor del niño al momento de
descansar es muy importante: la prisa por que se duerma, el fastidio de los
adultos frente al cansancio del día y las peleas familiares a la hora de cenar
o antes de acostarse repercuten en la manera en que el niño se predispone a
dormir. Además, el quedarse solos, lejos de la mirada de mamá o papá les genera
inseguridad, especialmente si son pequeños. En estos casos, abrazar a un osito
u otro peluche suele ayudarlos a sentirse acompañados y protegidos.
4. La fuerza de las rutinas
Asimismo, rutinas como el infaltable beso de las buenas noches, la
entonación de una suave canción de cuna o la lectura de un cuento agradable
predisponen al niño para dormir mejor. Del mismo modo, que se encuentren
cómodos y con el abrigo justo también ayudará a que no despierten por causa del
frío o del calor. Recordemos que es importante evitar los entredichos o las
discusiones antes de dormir y favorecer un clima de tranquilidad y seguridad
que coopere con el buen descanso y disipe los miedos.
Los cuentos: ¿son útiles o no?
- La lectura de cuentos suele ser un infaltable antes de dormir: desde los cuentos clásicos y las fábulas hasta las modernas y ágiles lecturas de hoy, los libros despiden el día y preparan al niño para el descanso.
- Esta opción, que a los chicos habitualmente encanta, necesita ciertos recaudos. Si el momento de dormir es problemático y el miedo nocturno es una constante, la elección de la lectura ayudará a aumentar o disminuir esa tendencia.
- Es aconsejable que los cuentos no tengan como protagonistas a personajes grotescos y que las historias ayuden a conciliar un sueño tranquilo, sin sobresaltos.
- Además, buscar historias didácticas donde el miedo a la oscuridad o a las tormentas se trate educativamente también puede ayudar, especialmente si se leen en otro momento del día.
- A veces a los chicos les es difícil poner en palabras lo que les sucede. En este sentido, el inventar el comienzo de un cuento y dejar que el niño complete el resto de la historia es una actividad que dispara la creatividad y libera las emociones de manera natural. Así, se ayuda al niño a hablar sobre aquello que lo preocupa sin caer en un diálogo difícil y muchas veces forzado.
Sin
embargo, si los padres están preocupados por las pesadillas de sus niños,
especialmente si los niños tienen otros problemas, es mejor consultar al
doctor.
Como Padre
y como Pastor le recomiendo, que siempre ore con su hijo y que él lo haga con
usted, y dígale que el Angel del Señor lo va a estar acompañando, eso lo hará
dormir mas confiado y de seguro ningún espíritu perturbador molestará a su hijo
o hija mientras duerme. Cúbralo con la sangre de Cristo. Amen.
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