Para los que son de Dios, la importancia del matrimonio no está en duda, lo que a veces está en duda es qué tan importante es para cada pareja la influencia de Dios es su matrimonio y qué tan importante es uno para con el otro.
Gn. 2:18-24
18Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el
hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él.
19Jehová Dios formó, pues, de la tierra toda
bestia del campo, y toda ave de los cielos, y las trajo a Adán para que viese
cómo las había de llamar; y todo lo que Adán llamó a los animales vivientes,
ese es su nombre.
20Y puso Adán nombre a toda bestia y ave de
los cielos y a todo ganado del campo; mas para Adán no se halló ayuda idónea
para él.
21Entonces Jehová Dios hizo caer sueño
profundo sobre Adán, y mientras éste dormía, tomó una de sus costillas, y cerró
la carne en su lugar.
22Y de la costilla que Jehová Dios tomó del
hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre.
23Dijo entonces Adán: Esto es ahora hueso de
mis huesos y carne de mi carne; ésta será llamada Varona, porque del varón fue
tomada.
24Por tanto, dejará el hombre a su padre y a
su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne.
Cuando decimos que Dios creó al hombre a su
imagen y semejanza, nos estamos refiriendo evidentemente al varón y a la mujer
(hembra), para esto, ver Gn. 1:27. Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y
hembra los creó.
Aunque claro, primero creó al varón, ese
versículo nos enseña de que ambos son iguales ante Dios. El concepto de que son
iguales en valor, no se ha entendido perfectamente ni siquiera en las naciones
consideradas más avanzadas. Pero ambos son iguales ante Dios. La diferencia que
existe entre varón y hembra no es de inferioridad; sino que está dada en gran
parte por el orden divino de su creación. El hecho de que el hombre haya sido
creado antes, le confiere responsabilidades que la mujer no tiene, porque el
hombre precede a la mujer y la mujer procede del varón (y a la vez el varón
procede de la mujer) 1ª. Co. 11:8-12. Porque el varón no procede de la mujer, sino la mujer del varón,
9y tampoco el varón fue creado por causa de la mujer, sino la mujer por
causa del varón. 10Por lo cual la mujer debe tener señal de
autoridad sobre su cabeza, por causa de los ángeles. 11Pero en el
Señor, ni el varón es sin la mujer, ni la mujer sin el varón; 12porque
así como la mujer procede del varón, también el varón nace de la mujer; pero
todo procede de Dios. El varón debe atender primero toda necesidad
o contingencia que se presente, este es un principio de orden divino.
Esa relación entre varón y hembra se aplica
al matrimonio. Los que se casan deben tener bien comprendido esto; uno es el
jefe de familia y la mujer es la ayuda idónea, pero ambos son iguales en valor
entre ellos y delante de Dios. Como esto se vive sobre todo en el matrimonio;
el casarse constituye una experiencia para vivirse y mientras más se comprenda
esta relación por ambos, el matrimonio será mejor. Los que lo han entendido
disfrutan el matrimonio y sienten gran felicidad en estar casados y echan por
tierra muchos mitos que se han construido alrededor del mismo. De esta manera
se pueden superar las dificultades que siempre se presentan. Mientras menos se
comprenda esto, más se sufre en el matrimonio.
La mayoría de los varones no están preparados
para estar solos; no es bueno y no es saludable que lo estén; habrá solo unos
cuantos que sí puedan vivir así; como Pablo, pero son los menos. Por extensión,
tampoco es bueno que la mujer esté sola, pero en términos generales está más
capacitada para ello que el varón.
La principal virtud de una mujer específica
para que se case con un varón específico, es que ella sea su ayuda idónea. La
idoneidad de la mujer significa: suplencia, ayuda precisa, compañía,
comprensión; es la otra parte del varón, porque es mejor dos que uno y hay
mayor riqueza en la visión de dos que de uno.
Conforme a éste pasaje del Génesis, la forma
como la mujer fue creada por Dios nos habla en sí de una interdependencia con
el varón y de una igualdad. Dios suple así la necesidad del hombre y a ambos
los presenta para que sepan que se necesitan.
La declaración de Adán en el sentido de que
la mujer creada por Dios para que esté con él es hueso de sus huesos y
carne de su carne, muestra que está maravillado; es como si dijese: “ella soy
yo y yo soy ella” o “no estoy completo sin ella”.
A la vez, toda esta enseñanza esto nos
recuerda, conforme a la enseñanza de las Escrituras, que la primer mujer, Eva,
es el tipo de la iglesia como la esposa de Cristo (Jn. 3:28, 29, Vosotros mismos me sois testigos de que dije: Yo no soy el Cristo,
sino que soy enviado delante de él. 29El que tiene la esposa, es el
esposo; mas el amigo del esposo, que está a su lado y le oye, se goza
grandemente de la voz del esposo; así pues, este mi gozo está cumplido. 2ª. Co. 11:2, 2Porque os
celo con celo de Dios; pues os he desposado con un solo esposo, para
presentaros como una virgen pura a Cristo. Ef. 5:25-32, Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y
se entregó a sí mismo por ella, 26para santificarla, habiéndola
purificado en el lavamiento del agua por la palabra, 27a fin de
presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga
ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha. 28Así también
los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su
mujer, a sí mismo se ama. 29Porque nadie aborreció jamás a su propia
carne, sino que la sustenta y la cuida, como también Cristo a la iglesia,
30porque somos miembros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos.
31Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su
mujer, y los dos serán una sola carne. 32Grande es este misterio;
mas yo digo esto respecto de Cristo y de la iglesia. Ap. 19:7-8), 7Gocémonos y
alegrémonos y démosle gloria; porque han llegado las bodas del Cordero, y su
esposa se ha preparado. 8Y a ella se le ha concedido que se vista de
lino fino, limpio y resplandeciente; porque el lino fino es las acciones justas
de los santos. Pues
todas Escrituras muestran a Cristo Jesús y el gran amor que tiene por su esposa
(la iglesia).
Siguiendo este relato del Génesis, vemos en
el versículo 24 la consecuencia de que Dios haya creado varón y hembra e
implica la institución del matrimonio por Dios y para consumarlo es necesario
que el hombre deje a su padre y a su madre, en obediencia a Dios y se una a la
mujer que Dios ha preparado para él. Cuando alguno se casa, pone su firma en un
contrato social de gran importancia también para las autoridades y leyes
puestas por Dios, así, el hombre y la mujer establecen un compromiso delante de
un juez, que no debe tener marcha atrás. Al momento del matrimonio no se habla
de regresar con los padres como hijo o hija de familia (el matrimonio es para
siempre). Para nada debe entenderse que los casados se olviden de sus padres (o
que los padres no los ayuden), pero es muy importante que se entienda que nace
una nueva familia (como Dios lo determinó).
A contracorriente de lo que ahora escuchamos a
menudo, la Biblia nos muestra la importancia del matrimonio y encontramos en la
misma, grandes ejemplos de su relevancia. Abraham se hacía acompañar de su
esposa para las tareas que Dios le había encomendado. Isaac y Jacob inician su
gestión importante una vez que se han casado. Moisés se casó antes de regresar
a Egipto a cumplir su gran misión. El ministerio de Jesús inicia en una fiesta
de bodas. Pedro el apóstol era casado y se hacía acompañar de su esposa en sus
tareas (los demás apóstoles también). Nuestro arribo al cielo comenzará con una
fiesta de bodas a la cual todos los que hemos aceptado a Jesucristo como
nuestro único Señor y Salvador hemos sido ya invitados.
La igualdad de la pareja ante Dios nos enseña
que en el matrimonio no existen títulos ni cargos que tengamos fuera de la
casa, sino que, cuando ponemos un pie en la casa, sólo debemos contar con un
jefe de familia y una ayuda idónea. Como el matrimonio es muy importante para
Dios, también para nosotros lo es; Él es fiel, nosotros debemos serlo delante
de Él y de nuestra pareja. En el matrimonio, ambos es uno...
¿Qué dice la Biblia acerca
del matrimonio?
Pregunta: "¿Qué dice la Biblia acerca del matrimonio?"
Respuesta: La divina institución del matrimonio está registrada en Génesis. “Dijo entonces Adán. Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; ésta será llamada Varona, porque del varón fue tomada. Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne.” (Génesis 2:23-24). Dios creó al hombre y después hizo a la mujer del “hueso de sus huesos”. El proceso tal como se describe, nos dice que Dios tomó una de las “costillas” de Adán (Génesis 2:21-22). 21Entonces Jehová Dios hizo caer sueño profundo sobre Adán, y mientras éste dormía, tomó una de sus costillas, y cerró la carne en su lugar. 22Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre. La palabra hebrea significa literalmente “el costado de una persona”.
Por lo tanto, Eva fue tomada del “lado” de Adán, y es a su lado donde ella pertenece. “Y puso Adán nombre a toda bestia y ave de los cielos y a todo ganado del campo; mas para Adán no se halló ayuda idónea para él.” (Génesis 2:20). Las palabras “ayuda e idónea” son la misma palabra en hebreo. La palabra es “ezer” y viene de la raíz primitiva de la palabra que significa rodear, proteger, ayudar, auxiliar, socorrer. Por lo tanto, significa ayudar, asistir o auxiliar. Eva fue creada para estar al lado de Adán como su “otra mitad”, para ser su auxilio y ayuda. Un hombre y una mujer cuando se casan, se convierten en “una sola carne”. El Nuevo Testamento añade una advertencia a esta “unidad”. “Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre” (Mateo 19:6).
Hay muchas epístolas escritas por el apóstol Pablo que hablan de los aspectos que determinan el punto de vista bíblico sobre el matrimonio, y cómo los creyentes nacidos de nuevo deben conducirse dentro de sus relaciones matrimoniales. Encontramos uno de estos pasajes en 1 Corintios capítulo 7 y otro en Efesios 5:22-33. El estudiar juntos estos dos pasajes, provee al creyente de principios bíblicos que pueden ser usados para formar un marco de referencia para una relación matrimonial que sea agradable a Dios.
El pasaje que se encuentra en Efesios es especialmente profundo en su área referente a un exitoso matrimonio bíblico. “Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor; porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y Él es su Salvador.” (Efesios 5:22-23) “Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella.” (Efesios 5:25). “Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama. Porque nadie aborreció jamás a su propia carne, sino que la sustenta y la cuida, como también Cristo a la iglesia” (Efesios 5:28-29). “Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne.”(Efesios5:31)
Cuando estos principios son elegidos por el esposo y la esposa en armonía con su relación como creyentes nacidos de nuevo, esto trae como consecuencia un matrimonio bíblico. Esta no es una relación desequilibrada, sino una que está balanceada con el concepto de Cristo como la cabeza del hombre y la mujer juntamente. Por lo tanto, el concepto bíblico del matrimonio es la unidad entre dos individuos que es una ilustración de la relación de unidad que existe entre Cristo con Su iglesia.
15 CONSEJOS PARA SEGUIR CASADOS
TODA LA VIDA...
(1)
El
primer compromiso que deben hacer es con el Señor, y luego el uno con el otro.
(2)! Si hablas precipitadamente, también debes pedir perdón precipitadamente!
(3)Deben estar de acuerdo en que está bien no estar de acuerdo.
(4)Aprendan a doblarse y no a romperse.
(5)Oren el uno con el otro y el uno por el otro diariamente.
(6)Procuren intereses que ambos puedan disfrutar.
(7)Decidan desde el principio que el divorcio nunca ha de ser una opción.
(8) Nunca esperes que todo en tu matrimonio sea perfecto.
(9)Nunca sean demasiado ancianos como para no tomarse de la mano.
(10)Sé siempre el mejor amigo de tu cónyuge.
(11)Olvídense del televisor y dediquen tiempo el uno al otro.
(12)Nunca se acuesten a dormir sin decir: "Te amo" y decirlo de
corazón.
(13) No temas expresar afecto.
(14)Tengan sentido del humor y aprendan a resolver sus propios problemas.
(15) no intenten cambiarse el uno al otro.
Para que un matrimonio dure para
toda la vida debemos tener en cuenta algunos comportamientos con
nuestra pareja, porque podrían poner en alto riesgo la relación del matrimonio o deteriorar la
misma.
El Matrimonio es la
relación constituida por dos individuos, cada uno como individuo tiene su
propias perspectivas de su propia vida sea en el ámbito emocional, intelectual
y/o económica. Al unirse como pareja algunas de estas perspectivas suelen
volverse comunes pero no necesariamente.
Es por eso que para que los matrimonios y/o la convivencia
dure por siempre deben abstenerse de algunos comportamientos como :
1.-No
permitir la individualidad de tu pareja, recuerda que cada uno debe
mantener su propio espacio ,no todo lo harán en conjunto porque pueden llegar a
hastiarse el uno del otro y no es la idea, realizando algunas cosas por
separado tendrán luego de que contarse y mantener viva la emoción del
encuentro y del dialogo.
2.- Permitir
el crecimiento de la pareja, se presentaran situaciones en que alguno de
los dos tendrá que sacrificarse por el otro ya sea por el aspecto económico o
como en muchos matrimonios por la crianza de los hijos ,pero esto no debe
significar que uno deje de crecer como persona y profesionalmente, los matrimonios actuales ,la mayoría
de ellos , ambos trabajen para que puedan salir adelante ,es importante el
dialogo y la correcta planificación para que este crecimiento personal se den
en ambos. Enseña a tu pareja que no dependa de ti.
3.- No
celar constantemente a tu pareja, aunque al principio esto
haga sentir halagados al hombre o a la mujer, los celos infundados ha
destruido muchos matrimonios. Los celos solo son sinónimo de desconfianza
y una relación en la cual exista la desconfianza nunca será feliz.
4.-Nunca
dialogar con ironía, agresividad y ofensas, es mejor salir de la casa
tomar aire y restablecer el diálogo sincero con tu pareja no en forma airada,
lo que tengas que decir nunca lo hagas en forma desagradable, si lo hiciste,
pide las disculpas correspondientes, no pienses que porque alguno de los dos no
volvió a tocar el tema este se olvidó. Las disculpas son propias de las
personas que crecen y son mejores personas.
5.-Aprender
a escuchar en el momento preciso, cuando te pidan hablar de algo,
evita el....luego...terminando esto.....mañana estoy súper cansada.....no me
interesa....no entiendo lo tuyo. Todas estas frases son comunes en los
matrimonios. Es importante hacer todo lo contrario, cuando uno desea hablar o
solicita ser escuchado , generalmente es algo importante, muchas veces si no se
dice en ese momento no se dirá nunca más. Por eso es importante escuchar, dejar
de lado lo que estás haciendo, sentarte y tomar atención al dialogo. A veces
una palabra en el momento adecuado cambia la vida de muchas personas y esto
sucede en cualquier circunstancia de la vida no solo en los matrimonios.
El matrimonio es un arduo trabajo de dos, si ambos
no están comprometidos, las cosas no serán fáciles, hay momentos difíciles,
pero las experiencias vividas darán por resultado una relación estable y sólida.
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